En primer lugar, la política de salida por defecto de Tor rechaza todo el tráfico saliente en el puerto 25 (SMTP). Por lo que enviar correo electrónico no solicitado a través de Tor no va a funcionar por defecto. Es posible que algunos operadores de repetidores habiliten el puerto 25 en su nodo de salida particular, en cuyo caso ese ordenador permitirá correos salientes; pero ese individuo también podría solo configurar un repetidor de correo abierto, independientemente de Tor. En breve, Tor no es útil para el envío de correo electrónico no solicitado, porque prácticamente todos los repetidores Tor rechazan la entrega de correos.

Por supuesto, no todo es acerca de entregar el correo. Quienes envían correo no solicitado pueden usar Tor para conectar a proxies HTTP abiertos (y desde ahí hacia servidores SMTP); para conectar a scripts CGI de envío de correo mal escritos; y para controlar sus botnets — eso es, para comunicarse en forma encubierta con ejércitos de ordenadores comprometidos que entregan el correo electrónico no deseado.

Esto es una vergüenza, pero toma nota de que a quienes envían correos no solicitados ya les está yendo muy bien sin Tor. También, recuerda que muchas de sus mecanismos de comunicación más sutiles (como paquetes UDP falsificados) no pueden ser usados sobre Tor, porque solo transporta conexiones TCP correctamente formadas.